Historia.
El SAN fue descrito originalmente por el Dr. Albert Stunkard en 1955 y actualmente propuestos para su inclusión en la próxima edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. El diagnóstico es controvertido, su validez y utilidad clínica ha sido cuestionada y actualmente no existen criterios diagnósticos oficiales. Reconocido desde 1999, afecta a entre el 1% y el 2% de la población. También se le considera un desorden del sueño. A menudo está acompañado o se confunde con el desorden alimenticio relacionado con el sueño, aunque son distintos. Hoy se estima que el 10% de las personas obesas lo padecen o fue uno de
los orígenes de su condición, por no haberlo identificado y tratado a
tiempo, ubicándose en la actualidad en un verdadero problema social.
¿En que consiste?
El síndrome consiste en un comportamiento persistente, al contrario del
que se produce en los aperitivos ocasiones que algunas personas toman de
vez en cuando por la noche.
De hecho, la gente con este desorden a menudo son inconscientes de sus
comidas nocturnas, aunque algunos sienten que no serán capaces de dormir
sin comer primero (aunque es más fácil dormir con el estómago vacío).
Entre aquellos que son conscientes de su comida nocturna, existe a
menudo un componente emocional. La comida nocturna suele consistir en lo
que se conoce como comfort food (comida de alivio/recompensa). Este
síndrome suele confundirse con bulimia nerviosa y con polifagia, mas al parecer son trastornos diferentes.
Síntomas / Comportamiento.
Las personas que sufren el síndrome de alimentación nocturna presentan generalmente los siguientes síntomas:
- Se saltan el desayuno y hacen su primera comida varias horas después de despertar.
- Consumen al menos la mitad de las calorías después de la cena (muchas fuentes indican que es hasta después de las 9 ó 10 pm, y el postre no suele incluirse).
- Los atracones nocturnos casi siempre consisten de carbohidratos; sin embargo, esta alimentación se extiende durante varias horas, lo cual no es consistente con un atracón típico como el de otros desórdenes alimenticios.
- Sufren depresión o ansiedad, a menudo en conexión con sus hábitos alimenticios.
- Los episodios de alimentación nocturna suelen provocar culpabilidad más que placer.
- Tienen desordenes del sueño e insomnio.
- Más probabilidad de sonambulismo que la media.
- Para ser considerado un desorden alimenticio, este modelo debe darse durante dos meses o más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario