El síndrome Turner, síndrome Ullrich-Turner o monosomía X es una enfermedad genética caracterizada por la presencia de un solo cromosoma X. Tanto fenotípica como Genotípicamente son mujeres (por ausencia de cromosoma Y).
Se trata de la única monosomía viable en humanos, dado que la carencia
de cualquier otro cromosoma en la especie humana es letal. A las mujeres
con síndrome de Turner les falta parte o todo un cromosoma X. En algunos casos se produce mosaicismo, es decir que la falta de cromosoma X no afecta a todas las células del cuerpo.
La ausencia de cromosoma Y determina el sexo femenino de todos los
individuos afectados, y la ausencia del segundo cromosoma X determina la
falta de desarrollo de los caracteres sexuales primarios y secundarios.
Esto confiere a las mujeres que padecen el síndrome de Turner un
aspecto infantil e infertilidad de por vida. Incide, aproximadamente, en 1 de cada 2.500 niñas.
Otros nombres alternativos son síndrome Bonnevie-Ullrich o disgenesia gonadal, monosomia X.
Historia.
El síndrome de Turner recibe su nombre en honor a su descubridor, el endocrinólogo Henry H. Turner,
que realizó una descripción por primera vez de las características de
unas 7 mujeres que captaron su atención en 1938. Sin embargo, no fue
hasta 1959 cuando Turner y colaboradores diagnosticaron la causa de este
síntoma mediante un cariotipo (observaron tan solo un cromosoma X),
demostrando así que el síndrome de Turner era resultado de la ausencia
parcial o total del segundo cromosoma sexual en los seres humanos.
Causas.
En pocos casos, uno de los padres lleva silenciosamente cromosomas
reorganizados que pueden ocasionar el síndrome de Turner en una hija,
pero esta es la única situación en la que este síndrome es heredado. En
general no es hereditario. No se conoce con exactitud cuál es la causa
del síndrome de Turner. A día de hoy, hay dos teorías: la teoría
meiótica y la mitótica.
La teoría meiótica afirma que durante la formación del óvulo o los espermatozoides (gametogénesis),
alguno de ellos pudo haber sufrido un error y no portar un cromosoma X.
Si el óvulo o el espermatozoide han sufrido esta pérdida cromosómica,
el individuo contará con dicha ausencia (45, X0)
La teoría mitótica, por otro lado, postula que la pérdida de uno de los cromosomas
no se produce en los gametos (óvulo o espermatozoide) sino que tiene
lugar más tarde, durante el primer periodo del desarrollo embrionario
(en las primeras semanas de gestación). Esto explicaría el mosaicismo
presente en muchas de estas pacientes; es decir, la existencia en un
mismo individuo de células con contenido genético y cromosómico
diferente, teniendo poblaciones celulares con un solo cromosoma X y
poblaciones con dos de ellos (46, XX/45, X0).
Las investigaciones más recientes apoyan la segunda teoría, y no la
primera. En el 75% de los casos, el cromosoma X inactivado tiene origen
paterno.
Tratamiento.
Las niñas con síndrome de Turner presentan estatura baja
proporcionada, no realizando el llamado estirón característico de la
adolescencia. La talla final suele reducirse unos 20 cm como media. La
administración de hormona del crecimiento aumenta la talla de estas niñas.
La disgenesia gonadal (ausencia de ovarios) es frecuente en el síndrome de Turner;
en lugar de ovarios, la mayoría de mujeres con este síndrome tienen
cintas de tejido conjuntivo. Al carecer de ovarios normales no suelen
desarrollar los caracteres sexuales secundarios, lo que provoca que la
mayoría de mujeres con este trastorno sean estériles (entre el 5-10%
tienen un desarrollo ovárico suficiente como para tener menarquia
y un pequeño número han podido tener hijos). No obstante, en la mayoría
de los casos, estas mujeres suelen padecer antes los síntomas
menopaúsicos. Por todo ello, las adolescentes con síndrome de Turner suelen recibir estrógenos
para promover el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios y,
posteriormente, se administran dosis reducidas para mantener dichos
caracteres y ayudar a evitar la osteoporosis en los años venideros.
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